Un término que hace nada era desconocido para muchos, en poco tiempo se ha puesto en boca de todos. La construcción off-site está de moda y, aunque hace muchos años que se lleva a la práctica, es ahora cuando los expertos hablan de una técnica de éxito que representará una de las grandes revoluciones en el sector inmobiliario en el siglo XXI.

En Londres lo tienen claro y según el informe del Comité de Ciencia y Tecnología publicado por la Cámara de los Lores “Fabricación off-site para la construcción: Construir para el cambio” , la construcción tradicional se ha quedado estancada y no soluciona los problemas de la ciudad actual. Desde su punto de vista, el sector necesita un cambio radical si las grandes ciudades quieren solucionar problemas como escasez de viviendas, falta de mano de obra o el impacto medio ambiental.

En el caso de España ya empezamos a conocer construcciones llevados a término con esta técnica. Empresas como Aedas Homes que actualmente está llevando seis proyectos ‘offsite’ en la Comunidad de Madrid, ya ha anunciado que tiene como objetivo construir tanto viviendas unifamiliares como viviendas en altura, en breve. Pero exactamente ¿en qué consiste esta técnica revolucionaria? Y sobre todo ¿en que nos va a repercutir a nosotros?

 

La construcción offsite

Como su propia palabra en inglés indica, consiste en una técnica que se realiza “fuera del sitio” dónde se va a construir el inmueble. Mientras la construcción convencional se basa principalmente en un sistema de trabajo secuencial, la construcción industrializada te permite trabajar simultáneamente diferentes fases. Tal y como comenta Gerardo Wadel, Director de I+D de La Casa por el Tejado, socio fundador de Societat Orgànica y profesor en Arquitectura La Salle Menos los trabajos que deben realizarse in situs, como serían por ejemplo la preparación del terreno o la cimentación, con los avances tecnológicos en la actualidad podemos construir entre un 70% y 90% del inmueble fuera del terreno, de forma paralela. De esta manera, lo que de forma convencional tardaríamos 2 años, con la construcción off-site podemos  garantizar un timming de 6 meses”.

“Lo que de forma convencional tardaríamos 2 años, con la construcción off-site podemos  garantizar un timming de 6 meses”.

 

Al mal tiempo, buena cara

Pero aunque los plazos de entrega son uno de los puntos más atractivos de esta revolucionaria técnica de construcción, hay muchas más ventajas. Como explica Wadel “Los procesos industrializados siempre son mucho más rápidos y te permiten trabajar, si se requiere, las 24 horas del día, a través de tres turnos (mañana, tarde y noche). Además, realizando tareas dentro de una nave industrial, los operarios no están expuestos a las vicisitudes climatológicas. Llueva, nieve o diluvie, no afectará al buen desarrollo de la obra.”

Y es que es evidente que unas buenas condiciones de trabajo son necesarias para poder conseguir los mejores resultados. El director de I+D de La Casa por el Tejado lo tiene claro. “No es lo mismo trabajar con poca visibilidad, a la intemperie y colgado de un arnés, que operar bien sentado, con una luz óptima y con la supervisión continua de un experto.”  Un hecho que ya no solo plantea el confort y la seguridad del operario, sino también una evidente mejora de los acabados. Y es que  “en procesos en donde se necesitan por ejemplo tolerancias de 1 milímetro, los resultados no serán tan precisos si están hechos sobre el terreno, como si se llevan a cabo en un lugar con la maquinaria adecuada para realizarlos.”

“No es lo mismo trabajar con poca visibilidad, a la intemperie y colgado de un arnés, que operar bien sentado, con una luz óptima y con la supervisión continua de un experto.”

 

La importancia de la levedad

Un requisito imprescindible dentro de la construcción off-site es que se trate con sistemas constructivos ligeros para que no afecte en el transporte. Materiales como el hormigón, el acero, la madera, el vidrio, el aluminio o el cobre, son recurrentes en este tipo de obra. Como explica Gerardo “Trabajando con elementos más livianos tenemos más libertad de movimiento y, además, tenemos un margen de capacidad de carga  mayor y podemos construir más alto.”

Pero aunque a primera vista los materiales ligeros pueden relacionarse con la construcción sostenible, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Wadel puntualiza “Muchos son los que se han apuntado al carro y aprovechan etiquetas como ecológico o sostenible para conseguir más clientes. Sin embargo los auténticos materiales sostenibles son aquellos que cierran los ciclos.”  Es lo que se le conoce como economía circular. Un sistema de aprovechamiento en donde, tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos. De esta forma, Wadel dice “No es nada sostenible trabajar con un material como la madera, si la consigues a través de una tala incontrolada  y sin garantizar la regeneración de los bosques.”

Muchos son los que se han apuntado al carro y aprovechan etiquetas como ecológico o sostenible para conseguir más clientes. Sin embargo los auténticos materiales sostenibles son aquellos que cierran los ciclos.”

Lo que sí que es verdad es que, en general, la construcción off-site garantiza menos residuos y un impacto medioambiental mucho inferior que lo que conlleva la construcción convencional. Como la producción se realiza en fábricas o naves, la cantidad de residuos disminuye notablemente y además, permite controlar mucho mejor las emisiones. Igualmente, el impacto visual y acústico que encontramos trabajando sobre terreno, no es ni mucho menos el que nos podemos encontrar en un proyecto off-site, en el que únicamente encontramos ruido y grúas de forma puntal para ensamblar las piezas.

 

El tiempo es oro

Pero si por algo convence finalmente esta revolucionada técnica de construcción, es por razones económicas. En palabras de Gerardo, “La construcción off-site no es más barata, es más económica.” Porque aunque estamos hablando de unos costes similares o incluso un poco más caros que los de la construcción tradicional, quedan totalmente amortizado con el tiempo de entrega. Wadel nos pone un ejemplo. “Desde un punto de vista empresarial, a un hotelero le va a interesar mucho más abrir su nueva franquicia en 6 meses que en 2 años.” Igualmente, desde un punto de vista social, permite ofrecer soluciones de carácter urgente como la construcción de escuelas, hospitales u otros servicios públicos. Y es que si seguimos el lait motiv norteamericano “time is money” (el tiempo es oro), indudablemente la construcción off-site toma ventaja frente a la construcción de toda la vida.

La construcción off-site no es más barata, es más económica. Desde un punto de vista empresarial, a un hotelero le va a interesar mucho más abrir su nueva franquicia en 6 meses que en 2 años.